Ya estamos metidos de lleno con las comuniones, que junto con la organización de bodas son días especiales, emotivos en los que se reúne familia y amigos para celebrar.
Se trata de una fiesta infantil, pero con una importancia que la convierte en uno de esos días inolvidables de los que nos gusta ser testigos.
Lo prometido es deuda. Estamos súper contentos porque hemos alcanzado superado los 500 Me Gusta en Facebook y eso merecía un premio.
Después de darle muchas vueltas y tras la buena acogida de las tazas personalizadas que os enseñé aquí, pensé que os podía hacer ilusión recibir en casa totalmente gratis una pizarra personalizada. Wow!!
Hoy, para comenzar la semana con un dulce sabor de boca, os voy a mostrar imágenes del Candy Bar que montamos para la boda de Sergio Sánchez y Elisabeth Reyes el pasado mes de junio. Ya os adelanté aquí que os iría dando detalles en cuanto pudiera.
Durante el proceso de diseño y planificación del evento varias fueron las conversaciones dedicadas a la mesa dulce. A ambos les apetecía montar una mesa espectacular llena de cositas ricas para endulzar a pequeños y grandes durante la fiesta. Dejaron el montaje y decoración a mi elección confiando en que les gustaría. Y así fue.
¿Conocéis el cuento clásico de Sam McBratney Adivina cuánto te quiero?
Hoy os voy a presentar una mesa dulce para un bautizo en la que este maravilloso cuento me ha servido de inspiración. Es un clásico. Paula tuvo la suerte de que una gran amiga nos lo regalase y muchas noches disfrutamos de su lectura imitando a las protagonistas del libro. Me encanta porque son los gestos típicos que uno recuerda haber hecho cuando niño a sus padres y que luego repite de adulto con sus pequeños.
Tal y como os dije, tenía muchas cositas para enseñaros del cumpleaños de Paula. De modo que aquí va la segunda parte.
Entre los peques el gran protagonista de la fiesta fue, sin duda, El kiosco de helados. Sabía que a Paula y sus amigos les iba a gustar la idea de contar con un kiosco con helados y toppings de verdad para repartir entre los invitados, ¡pero no imaginé que tanto!.
Todo indica que una se va haciendo mayor cuando empieza a utilizar frases del tipo: «Con los hijos el tiempo pasa volando«. Y aunque suene a tópico, es una verdad como un templo. En fín, que casi sin darnos cuenta ya ha pasado el 4º cumpleaños de Paula. Gracias a Pedro Bellido tenemos unas bonitas imágenes de ese día. De modo que, como quiero enseñároslo todo y no aburriros, voy a dividir el cumple en varias entradas.
Este año, como ya os anticipé aquí, la temática serían los helados. Y es que, mucho antes de que El Corte Inglés anuncie la época estival, Paula ya repite sin parar ¿me puedo comer un helado? ¿me puedo comer un helado? le encantan. De modo que este cumple no había duda. Además me parecía un tema idóneo para la fecha. Sí, le íbamos a preparar su Ice Cream Party personalizada. Una fiesta que le hiciese ilusión y en la que disfrutase a lo grande.
El post de hoy tiene algo de autobiográfico. Se acerca el cumpleaños de mi peque Paula y ya estoy dándole vueltas a qué le vamos a preparar este año y cómo y donde lo vamos a hacer. Los que tengáis niños pequeños seguro que lo entendéis. Ellos disfrutan como locos de ese día, pero los papis no nos quedamos atrás. Es maravilloso ver su cara de sorpresa y alegría cuando llega a la fiesta y como esa energía va in crescendo a medida que avanza la tarde. Ya os he dicho que disfruto celebrando, ya sea un cumpleaños, una boda o una comunión. Lo que importa es que siempre exista un motivo para celebrar, para crear esa energía que nos renueva por dentro, para compartir ese momento especial con la gente a la que queremos, para emocionarnos.
Terminan las comuniones y ya metida de lleno en la temporada de bodas no quería dejar de compartir algunas imágenes de la comunión que nos encargó Silvia para su hija Lola y contaros detalles de ese gran día.
Silvia ha sido encantadora y hasta los días anteriores a la comunión no ha parecido ponerse más nerviosa de la cuenta, lo que ha facilitado muchísimo el trabajo. Y, sobre todo, les ha permitido a ambas disfrutar con los preparativos de este gran día. Gracias Silvia por tu constante sonrisa.
Para los niños, diseñamos una bonita mesa de chuches que tuviese el rosa y el blanco como colores protagonistas, Silvia quería darle ese toque dulce a la mesa . Entre las chuches escogidas no podían faltar unas piruetas XL, expreso deseo de Lola. Como fondo una gran L de pompones, tiras de crepe y bolas de nido de abeja.
Tartalis nos preparó unas deliciosas galletitas artesanas que hasta daba pena probar de los bonitas que estaban. Las que formaban su nombre seguramente hoy adornan la habitación de Lola, Silvia pensó en enmarcarlas de recuerdo. Nubes, palomitas, chocolatinas, besitos de fresa… delicias a las que los peques no dieron tregua y bolsitas listas para rellenar, si finalmente dejaban alguna.
Este sitio usa cookies para mejorar tu experiencia de usuario. Puedes obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra política de cookies.AceptarLeer más