Puro amor. Eso es lo que se sentía el pasado domingo en la Boda de Antonio y Mar. En cada mirada, en cada sonrisa, en cada intervención. En todo momento.
Llovió, llovió a mares. Y ni siquiera la lluvia torrencial que impidió la celebración de la ceremonia en el exterior empañó el día. Se notaba la felicidad, las ganas de celebrar, la ilusión. La misma ilusión que ya os dije aquí, que esta pareja había puesto en todos los preparativos de su gran día.
Es un placer poder trabajar para gente así. Porque esa ilusión se acaba plasmando en los detalles que conforman la decoración de la boda. Porque uno puede celebrar una boda o celebrar su boda.
Un boda personalizada, pensada y diseñada con cariño se nota en el resultado. Y ellos lo tuvieron claro en todo momento.
Todo se diseñó para ellos. La decoración de la ceremonia civil, un seating plan genuíno, una zona infantil para los más pequeños, sus detalles para los invitados, un photocall a medida, con el color preferido de la novia; el rincón de los deseos, y un candy bar de lujo solo apto para golosos.
Tantas cosas bonitas que he decidido ir mostrándolas poco a poco en los próximos post para no dejar atrás ningún detalle.
Resulta extraño que siendo wedding planner y habiendo visto tantas bodas, aún llore en algunas. Sin embargo, cuando se establece una química tan buena con la pareja es imposible no emocionarse llegado el momento. De esta boda me voy a quedar con mil cosas imposibles de plasmar en unas líneas, pero resaltaré algunas. La sonrisa de oreja a oreja con la que Antonio se bajó del coche y su emoción contenida, que casi le impedía tragar saliva. El brillo en los ojos de ambos mirándose con ternura durante toda la ceremonia, cogidos de la mano. No olvidaré el llanto incontenible de la hermana de Mar que le obligó a parar el discurso en un par de ocasiones; ni la cara de los hijos de ambos, atentos desde la primera fila. Lágrimas que rodaban por las mejillas hasta frenar en sonrisas.
Y ese baile final; y el de Mar con el padrino… inolvidable. Gracias pareja por hacerme partícipe de un día tan especial, de una relación tan especial ¡Enhorabuena por esa boda y mil años de felicidad!
2 comentarios en “Bodas que son puro amor”
De sobra sabes que sin ti nuestra boda no hubiera sido igual. Gracias por poner tu granito de arena para que fuera tan especial. Un beso enorme.
Pilar!! que boda más bonita has preparado!!!, el rincón de los deseos me ha encantado!! todo precioso!! eres garantía de buen gusto y eficacia.