Novia a la fuga

¿Y si la boda no entraba en tus planes?

Resulta que vas a casarte y parece que lo «normal» es que en algún momento hayas soñado con tu vestido de novia y que te hayas imaginado en una bonita ceremonia bajo un arco cargado de flores dando el sí quiero a la persona amada. Pero puede suceder que no sea el caso, que no seas «la buena novia». Que no tengas intención alguna de pasar los próximos meses mirando ramos en pinterest y que por supuesto no estés dispuesta a sufrir unos tacones por muy jimmy choo que sean.

«Lo confieso soy una novia a la que le traen al pairo las nuevas colecciones nupciales o que no ha escuchado hablar jamás de lo que es un seating plan o un save the date, y ni mucho menos había pensado que contrataría algún día a una wedding planner. Pero aquí estoy, he dado el sí quiero y el vértigo me acompaña desde entonces».

¿Te reconoces en estos pensamientos? No te agobies, prometo guardarte el secreto. Y te diré más: no es tan raro que suceda

Mi consejo es que no te martirices o acabarás viviendo los preparativos como una auténtica pesadilla. Disfruta de aquello que de verdad te enloquezca. Cada pareja es un mundo y cada boda ya, ni te cuento. Plantéatelo como una fiesta a lo grande y ocúpate de las cosas que de verdad te gustan. Delega en gente de tu confianza los preparativos que te agobien, seguro que ellos te lo agradecerán. No pierdas de vista que lo importante sois vosotros, la pareja; Que al final de lo que se trata es de celebrar vuestra unión y compartir esa felicidad con la gente que os quiere. Y seguro que teniendo esto presente se disiparán tus miedos.