Comienzo la semana con una resaca de emociones tras vivir una de las bodas más emotivas que recuerdo. Son muchos los detalles y anécdotas que me gustaría compartir con vosotros y voy a tratar de ir racionándolos para darles a cada uno su importancia.
Una de las primeras cosas que me gusta plantear con los novios es el diseño de las invitaciones. Con Sergio y Elisabeth tuve mucha suerte, el diseño corría a cargo de un excelente profesional, Carlos Buendía que, además de artista, es un gran amigo de la pareja. Trabajar con él ha sido un placer, no sólo porque la ilustración fue una delicia, también porque estuve pendiente de los detalles finales durante todo el proceso: del papel que utilizaríamos y el tipo de impresión, del formato que mejor se ajustase al diseño, de los colores que acompañarían al conjunto. Gracias Carlos por tu buena disposición y por tu paciencia, un lujo haber trabajado contigo.
Las invitaciones son la carta de presentación, lo primero que recibe el invitado, el comienzo de la fiesta. Y uno recibe una invitación y ya puede hacerse una idea de cómo será la boda. De este modo el packaging de la invitación de Sergio y Elisabeth tenía que estar a la altura. Pensé en salir del sobre tradicional y utilizar una presentación tipo caja que iría rematada con un lazo de rafia y uno de ante con acabado en plata. El cierre, un sello de lacre con las iniciales de los novios. Mantendríamos para ello la misma gama cromática que utilizaríamos después en la decoración del banquete. A los novios les encantó la propuesta y con todos los elementos me puse manos a la obra.
Y esos días en los que la mesa de trabajo se convierte en un taller con lazos y lacre alrededor, son parte viva de la boda. Uno puede imaginar la cara de los amigos y familiares cuando reciban la invitación y disfrutar con ello. Y no nos equivocamos, las invitaciones encantaron y fueron muchos los que se lo recalcaron a los novios. Desde el papel de algodón natural, pasando por la ilustración y sin olvidar, por supuesto, el sobre caja que muchos no querían ni abrir por pena a romperlo.
Es importante que las invitaciones reflejen el estilo de la boda que queremos tener. Y es importante cuidar el detalle y mantener una misma estética o temática entre la invitación y el resto de la decoración. Las invitaciones muestran la implicación y las ganas con las que se ha preparado el evento, es lo primero que les ofrecemos a nuestros familiares y amigos, la primera impresión. Sergio y Elisabeth lo sabían y se preocuparon de ello, eligiendo con mimo cada elemento hasta obtener el resultado final.
Formales o informales, desenfadadas o elegantes, tradicionales o vanguardistas, en papel o digitales; hay tantas posibilidades como parejas. Lo importante es que en las invitaciones de boda los novios impriman su sello, reflejen su personalidad y den con ello comienzo a la boda. ¡Enhorabuena Sergio y Elisabeth por vuestra exquisita elección!